Y si no puedes hacer tu vida como la quieres,
en esto esfuérzate al menos cuanto puedas:
no la envilezcas en el contacto excesivo con la gente,
en demasiados trajines y conversaciones.
No la envilezcas llevándola,
trayéndola a menudo
y exponiéndola a la torpeza cotidiana
de las compañías y las relaciones,
hasta que llegue a ser pesada como una extraña.

Kavafis

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