Ciudad yo te amo, pero me agüito.
¡Qué triste andar en la ruina seca de la casa de los ríos!
Cada citadino trajina de volada a ningún puerto.
Para nosotros (¿quiénes somos nosotros?)
'compartir' ya es lengua muerta
o,
en todo caso, devenir juntos dícese de un reven
un efímero (si duró)
encuentro (si algo hallamos)
de microsucesos (el roce descuidado, el beso inapropiado)
Cadiquién hacia un su Individuo Enmayusculado
--mero a medias, nomás--
Cadiquién hacia su futuro inexistente
solo, solito,
sediento,
insaciable...
Contemplamos vidrios, teles, espejos, miles de imágenes urbanas,
pero no nos miramos;
usamos teléfonos celulares, compus, sistemas digitales,
pero no nos hablamos.
Veintitipuchal de millones de seres que a diario disputan
casa, agua, trabajo, dinero, espacio, luz...
y ni cuenta nos damos.
¡Qué pobres estamos!
No sabemos comunicarnos.
Ciudad, yo te amo, pero me agüita lo triste que es vivir de tí, en tí, sin darte nada a cambio;
me agüita vivir con tante gente
sin saber cuál es la mía.
¡Qué triste andar en la ruina seca de la casa de los ríos!
Cada citadino trajina de volada a ningún puerto.
Para nosotros (¿quiénes somos nosotros?)
'compartir' ya es lengua muerta
o,
en todo caso, devenir juntos dícese de un reven
un efímero (si duró)
encuentro (si algo hallamos)
de microsucesos (el roce descuidado, el beso inapropiado)
Cadiquién hacia un su Individuo Enmayusculado
--mero a medias, nomás--
Cadiquién hacia su futuro inexistente
solo, solito,
sediento,
insaciable...
Contemplamos vidrios, teles, espejos, miles de imágenes urbanas,
pero no nos miramos;
usamos teléfonos celulares, compus, sistemas digitales,
pero no nos hablamos.
Veintitipuchal de millones de seres que a diario disputan
casa, agua, trabajo, dinero, espacio, luz...
y ni cuenta nos damos.
¡Qué pobres estamos!
No sabemos comunicarnos.
Ciudad, yo te amo, pero me agüita lo triste que es vivir de tí, en tí, sin darte nada a cambio;
me agüita vivir con tante gente
sin saber cuál es la mía.
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