quiero detener coraje,
dejar de pagar la cicatriz;
sonreír mi difícil orgullo;
partir temprano,
dejar afuera el sabor a sudor.
quiero existir además de los platos;
abandonar esta recién vida
dar bonita función,
llover cuanta imaginación recorra las noticias.
pedir la eternidad adentro mío;
morir frente a un amanecer.
más seguido llorar,
preguntar temprano si está caliente el baño.
importar madrolas de mundos muy otros
descubrir formas abajo
respirar clara la ceniza
acabar las noches
ser la primera en mantener el llamado.
quiero no quedar ausente
no quedar terminada
no andar conforme a razones
esperar ningún compromiso
no acceder a la cruz normalmente
quiero incendiar así,
usar de frente al insconsciente
reír adentro
cerrar lo que niebla
ocultar, celosa --no egresada, mis banderas.
en noches de ausencia
suplir al amado con especias
como un tabú, tomar lo prohibido,
pavimentar la apatía:
¡plomo conmigo,
esencia contra santuario!
¡quiero suponer el sur fácilmente!
depauperar las butacas,
el alumbrado pop-sandía.
rebelarme con almohadas
alrededor de algo como unas flores
voy a expresar temprano mi salida a batallar.
ya no quiero aportar --¡ay, así!—de.te.ni.da.mente
ya no quiero doblar –¡ay, así!—las mañanas
quiero colonizar un barrio de tlacoyos
suscitar horror,
llenar de mayonesa a un león
pesar bastante en diciembre
nadar bonito,
probar explícitamente a las doncellas
iluminar el altiplano de neuronas
dormirme con una orquesta
dar barato.
quiero disecar la tarde
tratar amores con atinado escuadrón
acudir a dar duro
aplastar
clamar
déjeme el ingenio comer no uniformada
divisar los arrugados abarrotes
arrancar el habla desde abajo
desintegrar este miedote mutilado y deportivo
arrancarle un remedio
algo
una respuesta
a la crinolina con la que me matrimoniaron
fuer.te.mente
¿pasión para dos?
¿cuánto pequeño esperaban?
retorno
borrar oyente pasado
misma cicatriz, según tribunal
ya no quiero afiliarme
ligo la macabra estadística
con un decorado doctorado en botellas
ya no quiero fumigar el día así,
sobre todo siendo tan señora del estómago
tan sonriente
ya no quiero miel así
rara, apresurada, reumática
emisoras nada cultas:
quiero exasperar barato
olvidar también a mamá
¡ambas naranjas que somos señoritas!
somos una ojeada a la conciencia
a la médula
a la morfología del herido
quiero remitir azúcar
poner de tarea: “conciliar”, “masaje con pomada”
“llevar sustancia a la entraña”
ya no quiero sorber así,
tan arriba
y con el mismo nervioso recorrido
ya no quiero mencionar e.fi.caz.mente
‘acaso volveré a ser vela’
quiero pinchar mal
agarrar vicio
beneficiar
y salir atrevida
a duelo de choques en la montaña
interesada en todas las sábanas
que puedan convertirse en casas,
quiero transigir gratuita,
perder derecho a ser ángel
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