Este cuaderno cibernético desaparecerá un día con todas las palabras. Mientras eso ocurre, quien esto escribe lo llenará para que todas le cueste trabajo a este o a la desaparición. O será fácil o será sin querer. Construir es más difícil que destruir. Vivir más tardado que morir. Cuesta producir lo bello; sale barato lo feo.

Lo útil puede ser simple, pero requiere su esfuerzo. Podemos hacer esfuerzos vanos en realizar lo inútil, ¿para qué?

Somos gente complicada. Tenemos placeres extraños, y las neurosis varipintas reinan en los territorios que habita la especie.

La humana acondiciona infinita la posibilidad, pero se vuelve incierto el modo en que procede para hacer propicia su estancia.

Prolifera lo superficial, lo que daña, lo que hunde... un tanto más en proporción de lo que cura, lo que saca y hace flotar desde lo más profundo.

Hoy, otra vez, peleo contra mis pequeños molinitos personales. Nomás para seguir viva. Al rato, quién sabe, estaré más o menos incómoda con lo de alrededor.

Voy a de donde vengo. Voy de pisa y corre a de donde pasé la noche. ¿Para qué? A firmar que recibo un dinero que no recibo. ¿Por qué? Por que antes recibí un poco y después, se promete, recibiré más. ¿Por qué? Porque hice un trabajo inmenso con datos y datos y datos y datos, y se movieron los datos y ya fue muy difícil componerlo todo. Faltaba tiempo y no se pudo más que obviar lo que se había hecho.

Cuando regrese de a donde iré ora que vaya, volveré a trabajar con datos y datos y datos y datos inútiles de otros que los reclaman. Nada que sirva, nada fundamental, nada que propicie la vida. Datos para enmascarar realidades, obliterarlas. Datos para justificarnos. Datos por dinero.

Yo podría renunciar ora mismo, rebelarme contra esta estulticia general en la que nos metemos a veces algunos tontos. ¿Qué máquinas hacemos engranar, y para qué?

De esfuerzos imbéciles a inútiles se llenan las oficinas, los informes, los reportes, las casas, los sacos, los portafolios, las mochilas, las escuelas, los libros, los archivos, las cabezas, los corazones, los cuerpos....

Y luego se despedaza la gente definiendo, defendiendo, atacando al arte por el arte, al arte social, el arte político. Por inútil, por planfetario, por necesario, por retroactivo...

De entre lo inútil habría que hacer listas, nuevas bases de datos... para encontrar claves del olvido, la renuncia.

Yo detesto esto que hago por dinero. Pero entiendo las razones por las que me desvelo en la calle, bajo la lluvia, con algún compañero, o me quedo a dibujar con los lápices de colores nuevos, o me encierro a viajar con mis lecturas, o camino nomás por caminar, converso o cocino con mis amigxs, o hago el amor con un ser bello sólo por el placer de sentir en el cuerpo que vivir es atender, observar, aceptar, inventar, cooperar, contemplar, construir, andar.

Esta bella ángel es mi mejor amiga, regalo que me da la vida.
Foto: Jorge Claro.

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