5a. vez. En la que ella se va.

Noche pasajera de los trenes mentales de una loca o de chofer de taxi. Los habitantes de todos los países hacen cola para entrar en ella.. No hay quien quiera perdérsela.
Ella se viste en el camerino, canta, enciende las luces, es tramoyista. Luego se anuncia. Si quiere saca su luna, si no, no. Puntual sí es, pero caprichosa como ella sola.
Se sienta de pierna cruzada en el andén. Si se le ocurre o quiere divertirse se llena de equipaje. De cualquier forma, en juego de relevos le da la mano al día cordialmente. Baja él del tren y sube ella, señora aristócrata o desquiciada nerviosa de hospitales –como se le quiera ver. Pasajera del tren observa por la pupila obtusa de la ventana a los hombres de corazón desgarrado que habrán de perecer con ella, inexorablemente. Vía de la noche, el camino es suyo. La máquina, lo de afuera, es el mundo.

Comentarios

Entradas populares